Vicente
Medina Tomás, nació en Archena, Murcia el 27 de octubre de 1866 y falleció en
Rosario de Santa Fe, Argentina el 17 de agosto de 1937
Poeta,
dramaturgo y editor murciano.
Vicente
nació un 27 de octubre, día de la festividad de San Vicente, concretamente en
La Plaza del Príncipe, en Archena, Murcia.
Hijo
mayor del matrimonio formado por Juan de Dios Medina, jornalero y Joaquina
Tomás, costurera a domicilio. La familia era muy modesta y el padre desempeño
varios oficios entre ellos, camarero en alguna oficina del balneario de
Archena, poseía una gran afición por los libros, leyendo todo lo que caía en
sus manos, así que el administrador del balneario le aconsejó que pidiese
algunos libros a Madrid, y pusiese en el balneario un puestecillo, más tarde
pidió periódicos.
Medina
que por entonces tendría unos ocho años, comenzó a ganarse la vida ayudaba a su
padre en el kiosco del Balneario, vendiendo libros y periódicos. Estableciendo
contacto con las letras, allí puedo leer autores como Gustavo Adolfo
Bécquer, José de Espronceda, Víctor Hugo, Campoamor, Alarcón, Lamartine, Emile
Zola, Valera, etc. En las temporadas en que los baños estaban cerrados,
acompañaba a su padre por los pueblos vendiendo los libros y periódicos. Por
esta causa no pudo asistir mucho a la escuela, siendo alumno del
maestro, Don Miguel Medina Luna, tío suyo y padre de Inocencio Medina Vera, el
poeta no figuraba entre los mejores alumnos del maestro.
Cuando
contaba trece años sintió el amor de juventud, por una niña llamada Rufina
Crevillén, este sentimiento hizo que buscase en los versos de los poetas que
leía, el sentir de sus propios sentimientos, así copiaba y firmaba como suyos
estos poemas.
A esta
edad de trece años fue enviado a Madrid por su padre, para trabajar en casa de
un Procurador de los Tribunales, haciendo compañía a su hijo, ir al colegio y a
pasear con él, además de otros quehaceres más modestos en la casa. Abandono la
casa del procurador y comenzó a trabajar en un comercio, pero aquello no era
para él y después de poco más de un año regreso a su pueblo. Volvió a ser
vendedor de libros y mancebo de botica.
A los
dieciséis años escribe sus primeros versos, incorrectos pero espontáneos, para
dedicárselos a Rufina, en la festividad del Sábado Santo, en esta festividad
era costumbre en la huerta, que los novios pusiesen a las novias enramadas de
flores en la reja, entre las flores esparció sus versos que declaraban su amor
por la niña.Algún tiempo después ambos se declaraban amor eterno.
A los 18
años ingresó voluntario en el servicio militar, con destino en San Fernando
(Cádiz), llegando al grado de cabo de Infantería, destinado posteriormente como
escribiente en la Capitanía General de Cartagena. Embarco en la fragata
“Numancia”, visitando las Islas Baleares y Barcelona. Fue como voluntario a las
Islas Filipinas, donde estuvo poco más de un año. Allí en Manila, se publicaron
por primera vez sus versos, dedicados a una bella nativa llamada “Tatay”,
versos que firmaba con el seudónimo de “M.Nadie”.
Fue
estando en Filipinas cundo Rufina, entabló relaciones con un primo suyo y se
casó con él. Casi un año después moría Rufina de sobreparto. Mucho lloro Medina
está perdida, moría el amor que le había hecho poeta.
Se
licencia en 1890 regresando a Archena, donde abre un pequeño comercio de
tejidos que fracasa. Regresa a Cartagena, con el propósito de embarcar para
Argelia y emigrar a Orán, como muchos de sus compatriotas de la época, pero en
Cartagena unos amigos le convencieron para que se quedase, encontró trabajo en
el Arsenal en una oficina comercial del dueño de dos periódicos, La Gaceta
Minera y el Diario de Cartagena, allí conocería a José García Vaso, crítico
literario, que tanto le ayudo siendo su censor y maestro. Es en esta ciudad
donde publicó por primera vez poemas con su nombre, en la revista El Álbum,
revista literaria de Cartagena, reconocidos por algunas figuras literarias del
momento, como Clarín o Valera.
En 1891
contrajo matrimonio en Archena con Josefa Sánchez Vera, y ambos se establecen
en Cartagena. Donde publico colaboraciones literarias en El Diario de
Cartagena, El Republicano, El Mediterráneo o Las Noticias, etc. Asiduo de
las tertulias literarias del Abanico donde participaban entre otros Inocencio
Medina Vera, Bartolomé Pérez Casas y José García Vaso.
En 1895
publica su primera obra, el poema titulado El Náufrago, que tuvo muy buenas
críticas. La mayor parte de lo recaudado con esta obra fue para las familias
pobres de las víctimas del naufragio del “Reina Regente”.
En 1898
aparece su primera obra dramática, El Rento, con la cual quiso recuperar y
dignificar el lenguaje huertano, indignado por el uso que se hacía del panocho
en carnavales y bandos, llenándolo de barbarismos y extravagancias. Surgió así
a manera de bocetos los romances panochos, que más tarde se convertirían en su
obra Aires Murcianos, 1898. Libro que se convirtió en su obra cumbre, elevando
su fama a nivel nacional, recibiendo excelentes críticas de personajes como Azorín,
que publico artículos en el “Progreso”, Bonafoux, Leopoldo Alas Clarín, Urbano
González Serrano, Pedro Corominas entre otros, incluso llegándose a publicar en
checo. De esta obra Azorín dijo:
Aunque no escriba usted más, este diminuto volumen, que es de oro,
bastará para colocarle a usted entre los grandes líricos de nuestro parnaso. Su
poesía es de las pocas que conmueven hondamente. Puede tener usted la íntima
convicción de que ha hecho una obra de gran artista
Este gran
éxito cosechado, le impulsa a una intensa vida literaria, escribiendo y
editando sus propias obras teatrales con un cierto éxito, tras El Rento
1898. A la vez que desempeñaba el trabajo de cronista de Cartagena.
En Junio
de 1898 fallece su padre en Archena, teniendo que encargarse él de mantener a
su numerosa familia. Trabajaba desde las siete de la mañana a las nueve de la
noche en tres destinos, ganando 230 pesetas al mes, terminando tan cansado que
le impide dedicarse a su gran afición artística. Angustiado por la situación comienza
a cartearse con Azorín y a través de él con Unamuno, que le animan y prosigue
con su actividad literaria, a costa de robarle horas al descanso.
Escribió ¡Lorenzo! 1899, La sombra del hijo 1899 y El Alma del Molino
1902. También escribió tanto en poesía como en prosa obras como Alma del pueblo
1900, La canción de la vida 1903, La canción de la muerte 1904, La canción de
la huerta 1905, Poesías (Obras escogidas) 1908.
Pese al
éxito alcanzado, su situación económica era bastante mala, teniendo que ocuparse
de una familia tan numerosa. Aprovechando el dinero sacado por la venta de unas
tierras, que había heredado su mujer tras la muerte de sus padres tuvo que
emigrar a Buenos Aires, Argentina a principios de 1908, eran seis y otros
dieciséis que había enviado un año antes con los que se reunirían. Buenos
Aires, le pareció demasiado grande, así que decidió trasladarse a Rosario de
Santa Fe, encontró trabajo como contable en una fuerte empresa, Remonda y
Monserrat, con lo que consiguió un bienestar económico, que le permitieron
comprar una finca en Hume, en la cual imito la huerta murciana. Durante este
tiempo no volvió a publicar nada.
El 28 de
julio de 1914 comenzó la Primera Guerra Mundial, echo que le llevo a publicar
La Canción de la Guerra en 1915, (como denuncia antibélica), El Libro de la paz
1915, una nueva serie de Aires Murcianos titulada Abanico 1917, Canciones de
los niños 1918, Amaos los unos a los otros 1918. También edito una revista
literaria llamada Letras entre 1916 y 1919.
El 6 de
mayo de 1916 su hija Aurora tuvo una niña, la primera nieta del poeta. Su
Tirana. De este nacimiento surgió el libro La Tirana 1923, un libro de
presentes, que forma parte de la colección de Obras completas, compuesta de
veintiséis volúmenes de temática muy variada, editados entre 1919 y 1927
En 1921
fallece su esposa, publica el libro Compañera 1921, una serie de poemas de gran
tristeza, ante la pérdida de la que había sido su compañera durante 30 años.
Tras la
muerte de su esposa, pronto encuentra una nueva compañera Elvira Arcas, de la
que tuvo dos hijos, pero con la que no se casó hasta el final de sus días.
En 1924
abandonó su trabajo por enfermedad, en la empresa Remonda y Monserrat, pero en
1926 la empresa cambio de dueños descubriéndose un desfalco del que fue acusado
el poeta, siendo condenado a cuatro años de prisión atenuada en el Parque de
Bomberos de Rosario. Allí recordaba sus años de juventud y su primer amor que
nunca olvido.
..¿Y Rufinica? No sabe
decirme el sepulturero.
Yo sé:” ¡Cubierta de flores”
en mi alma la llevo!..
En 1931
recibe una invitación para dar una conferencia en la Sorbona, París,
aprovechando el viaje para regresar a su tierra natal en marzo de 1931.
Recibido con homenajes en Archena, el Teatro Romea de Murcia y El Ateneo en
Cartagena.
En
febrero de 1932, fue presentado por don Miguel de Unamuno en el Ateneo de
Madrid donde hizo unas lecturas poéticas.
Compro
una casa en Archena y se instaló. En 1932 publica Belén de pastores.
Villancicos y Milagros, obra de carácter reivindicativo político y social. Ya
que participaba activamente de la vida política republicana del momento y apoyo
al Frente popular en las elecciones de febrero de 1936, defendiendo la cultura
para todos, el acercamiento de los pobres a los bienes de la enseñanza y la
educación.
Vicente,
enferma gravemente de cáncer y poco antes de comenzar la Guerra Civil,
aconsejado por sus familiares, en abril de 1936 volvió a Argentina. Murió el 17
de agosto de 1937 en Rosario de Santa Fe, donde está enterrado. No se cumplió
lo que tanto deseaba que era ser enterrado en su tierra.
“Cuando mi horica llegue,
Quiero morirme en mi tierra
¡verla al cerrarse mis ojos
Y tener mi hoyico en ella!”
Obras sin
fechar Ecce Homo (cuadernillo) s.f., Ya está regalada la tierra con sangre de
los hombres s.f., Hondos surcos han abierto los trabajos y las penas s.f.,
Sembradores a los campos que es el día de la siembra s.f., Tribulación: Hacia
la nueva Jerusalén, Patria grande, ante la nueva fábrica del mundo s.f.,
Obras
inéditas en teatro, Canción de amor, La copla triste, El calor del hogar,
En lo oscuro, Los pájaros, La fiesta del mar, El canto de las lechuzas, La pena
duerme y en Poesía Cuaderno escolar, carceleras, Gesta, El mar, Aires chilenos
Espigando, Pequeña galería.