La isla de Ítaca
(en griego Ithaki, Itaka), es una
pequeña isla griega, famosa por la Odisea de Homero. Con una extensión de 96 km cuadrados, pertenece a un grupo
de siete islas Jónicas y se encuentra
al noroeste de la isla de Cefalonia (Kefallinía), separada de esta por un
canal marítimo.
Su capital es Vathí,
con una de las mayores bahías naturales. Montañosa y rocosa, esta cubierta de
bosques de pinos, cipreses, olivos y viñedos.
Hacia el año 1000 a.c. el reino de Ítaca dominaba a las otras islas
Jónicas y la costa de Acarnania.
Existen dudas de que la actual Ítaca sea la patria de Odiseo
(Ulises
en latín), en la poesía épica griega la Odisea atribuida al poeta y literato de
la antigua Grecia Homero. En la obra se describen 26 lugares específicos de
Ítaca, de los cuales ninguno parece
corresponderse con la actual isla Ítaca.
La Odisea compuesta
por 24 cantos, donde se narra el regreso a casa del héroe griego Odiseo que tras pasa diez años fuera
luchando en la Guerra de Troya,
tardo diez años más en regresar a la isla de Ítaca, en la cual poseía el título de rey.
En su ausencia su hijo Telémaco
y su esposa Penélope, habían tenido
que tolerar en palacio a los pretendientes que creyendo muerto a Odiseo, pretendían desposarla, al
tiempo que consumían los bienes familiares.
Odiseo gracias a
su inteligencia y ayudado por Palas
Atenea, hija de Zeus, escapa a
los continuos problemas que se le presentan por designio de los dioses.
K. Kavafis, (Alejandría,
Egipto, 1863-1933) considerado como el mayor poeta griego moderno.
En su poema “Ítaca”, Kavafis da una
fascinante interpretación de la Odisea
de Homero, y el viaje emprendido por
Odieseo, de regreso a Ítaca, donde esta su hogar.
Me resulta fascinante, porque nos
habla de nuestra propia existencia, nos recuerda que algún día volveremos al mismo
sitio de donde vinimos y que ese pensamiento lo tengamos siempre presente a lo
largo de nuestra vida, ya que nuestra única riqueza será la que llevemos en
nuestro equipaje, toda la sabiduría, el conocimiento y valores que hallamos
adquirido en el camino. No advierte que no tengamos miedo a nada, pues los
miedos solo están en nosotros mismos, si no los llevamos dentro de nosotros,
ellos no existirán. Nos insta a no apresurar el camino y deseemos que este sea
largo y lo disfrutemos a cada paso.
Creo que es estupenda para meditar sobre nuestra propia existencia....,
Itaca
Cuando
emprendas el regreso a Itaca,
ruega
que el camino sea largo,
lleno
de aventuras, de conocimiento.
A
los Lestrigones y los Cíclopes,
al
irritado Poseidón, no les temas;
no
hallarás tales cosas en tu camino
si
tu pensamiento es elevado, si una sublime
emoción
embarga tu espíritu y tu cuerpo.
A
los Lestrigones y los Cíclopes,
al
feroz Poseidón, no los encontrarás
si
no los llevas en tu alma,
si
tu alma no los pone ante ti.
Ruega
que el camino sea largo.
Que
sean muchas las mañanas estivales
en
que lleno de placer y alegría
entres
a puertos vistos por primera vez;
delante
en los mercados fenicios
y
adquiere hermosas mercancías,
nácar
y coral, ámbar y ébano,
y
toda clase de perfumes voluptuosos,
todos
los perfumes voluptuosos que puedas;
visita
muchas ciudades egipcias
para
aprender más y más de los sabios.
Ten
siempre en tu mente a Itaca.
Tu
meta es llegar allí.
Pero
no apresures de ninguna manera el viaje.
Mejor
que dure muchos años,
y
viejo ya ancles en la isla,
rico
con cuanto ganaste en el camino,
sin
esperar que Itaca te dé riquezas.
Itaca
te dio el hermoso viaje.
Sin
ella no hubieras salido al camino.
Pero
ya no tiene nada para darte.
Y
si la encuentras pobre, Itaca no te ha engañado.
Tan
sabio como has llegado a ser, con tanta experiencia,
ya
habrás comprendido qué significan las Itacas.
En memoria del escritor y poeta Antonio J. del Puig, que
tanto me hablo de Ítaca.
Antonio J. del Puig, Página oficial.
Antonio J. del Puig, Official website
Antonio J. del Puig, Página oficial.
Antonio J. del Puig, Official website
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